martes, 13 de noviembre de 2012

Tres: Con ella empieza la historia

Aquí tenéis a Tres, la primera gata que apareció por mi casa.


Una hembra calico grande y adulta. Era muy poco sociable por lo que no se dejaba coger y siempre tenía esa cara como de desconfianza. Sin embargo, no todo en ella era del todo salvaje pues pedía comida, supongo que se debía a que tenía las crías por algún sitio escondidas, cuestión que yo desconocía. En aquella época todavía sabía poco de gatos salvajes, y es que, aunque había tenido varios gatos en casa, todos habían sido caseros y nunca los dejaba salir al exterior. 



Un día apareció con sus cachorritos y se tumbó en unos de los sillones con cojines que tengo en el jardín y ahí estuvo una semana, después se llevo a las crías y desapareció. Llovía mucho y creo que fue esa la razón que la hizo decidirse, pues los sillones estaban bajo un techado. Después de esta ocasión aparecía durante unos días y se volvía a ir, hasta que un día ya no la vi más. 

Anteriormente solía pensar que cuando un gato dejaba de aparecer por casa varios meses era porque le había pasado algo malo. Sin embargo, he tenido ocasión de comprobar que después de dejar de venir durante meses vuelven a aparecer. 

Los hábitos territoriales de los gatos salvajes son bastante más complejos de lo podríamos pensar y en ocasiones deciden cambiar de territorio por competencia con otros gatos, o cualquier otra razón, pero recuerdan que en un determinado lugar tienen un posible punto de recursos, bien porque hay un humano que les da comida o bien porque hay un supermercado que tira comida a unos contenedores, etc., y recurren a él en caso de necesidad.

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